miércoles, 11 de enero de 2012

I Concurso Bibliofórum Sevilla, Entrevista a Daniel Covacho Cordero.

Daniel Covacho Cordero: “El Concurso Bibliofórum fue el acicate que necesitaba para ponerme a escribir. Gracias al equipo por servirme de motivación”.


Daniel Covacho Cordero es el ganador del premio del I Concurso Bibliofórum Sevilla con el relato titulado En busca de la eternidad y ha recibido un ejemplar de la obra Capitán Nadie de José María Carrasco Soriano. El autor no pudo estar presente en el momento en el que se comunicó el Premio. Sin embargo, hemos tenido la oportunidad de charlar con él. Aquí os dejamos sus impresiones y, por supuesto, el relato ganador.

1) ¿Te consideras un escritor de brújula o de mapa?
Daniel.- “Planifico y, según me vienen las ideas, las pienso, recapacito y las moldeo, y después, cuando ya tengo decidido que me voy a poner a escribir hay veces que lo tengo todo bastante estructurado mientras que otras veces se me van ocurriendo cosas a medida que escribo y les voy dando cabida en el texto. Algunas veces, en cambio, me he puesto a escribir sin tener en mente un destino, pero entonces, como se suele decir, el final te encuentra”.

2) ¿Con qué género te sientes más identificado para para leer y escribir?
Daniel.- “Fundamentalmente fantasía. Algunas veces me he metido en otras temáticas, pero principalmente me gusta la fantasía. Y dentro de la fantasía, épica medieval (por ahora sin dragones)”.

3) ¿Cómo construyes tus personajes? ¿Cuál es tu relación con ellos?
Daniel.- “Normalmente me centro más en la trama y es después cuando me dedico a crear los personajes que entrarán en ella. Es decir, en todo momento los personajes se deben a la trama, pero me preocupo de darles cuerpo, ahondando un poco en ellos para que no sean títeres sin personalidad. Esto es una generalización, ya que no con todos es igual, pero principalmente es así”.

4) Ya sea como escritor o como lector ¿Qué tipo de escenas tienen más importancia para ti en un libro? ¿Las de acción? ¿El romance? ¿El humor?, etc…
Daniel.- “Básicamente me centro en la acción. El ritmo, el dinamismo, son lo principal. También me gusta introducir momentos emotivos, y respecto al humor, no me prodigo alguna cuñita pero poco más”.

5) Comentábamos acerca del ritmo de tus creaciones. ¿Qué puedes decirnos sobre esto?
Daniel.- “Normalmente el ritmo que busco es alto. No me considero muy prolijo en las descripciones, no me gusta centrarme en ellas, sino en la acción, en el desarrollo de la trama. Los actos prevalecen sobre las descripciones”.

6) ¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Qué fue lo primero que escribiste?
Daniel.- “Desde pequeño siempre me ha acompañado el gusto por la fantasía. De entrada nunca me había plantado crear nada, pero las ideas bullían constantemente en mi cabeza. Fue con 17 o 18 años (hoy 29) cuando empecé a escribir algo con forma y cuerpo.
Lo primero que escribí fueron desarrollos de las ideas que continuamente voy apuntando. Hasta que no tengo más tiempo no recojo alguna de ellas y me pongo a construir una historia más definida y completa. Esto es independiente de nada salvo de la idea, de la trama: si está más desarrollada, si la propia historia lo pide, el formato será largo (novela); en caso contrario, será un relato corto.

7) ¿Te gustaría publicar? ¿Has publicado ya algo?
Daniel.- "Evidentemente, a todo autor le gustaría publicar. Hasta ahora, tengo publicada una obra en la Biblioteca de Granada, en la sección de Inéditos. Su nombre es Úremar. Se trata de una publicación sin editorial, directamente con la Biblioteca.
Aparte de esto con el premio del I Concurso Bibliofórum Sevilla, también cuento con el Premio de Relato Corto de creación en vivo de las VII Jornadas de Rol y Estrategia de Sevilla."

8) ¿Fue el mismo estímulo, el mismo impulso, el que te llevó a participar en ambos concursos?
Daniel.- “Fue algo distinto. En el caso de las Jornadas de Rol y Estrategia la experiencia fue muy intensa y divertida, porque se trataba de escribir sobre la marcha, sin tiempo para meditar absolutamente nada, y en cambio, ahora se ha unido que últimamente tengo muy poco tiempo para escribir y sentía la necesidad de hacerlo con la convocatoria del concurso Bibliofórum y este fue el acicate que necesitaba para ponerme a escribir. Gracias al equipo por servirme de motivación y, por supuesto, por el premio”.
Bien, como sabes, Daniel, el premio lo concedió todo el público asistente por votación, y lo cierto es que nos sentimos más que generosamente pagados si de algún modo hemos podido servir de motivación para la creación de otra gente. No pedimos más.

9) Última pregunta. Junto con esta entrevista haremos público el relato ganador, contamos con tu permiso, ¿verdad? Pero, este esbozo forma parte de otra idea más grande, ¿no es cierto?
Daniel.- "Sí, sí. Por supuesto. Está centrado en un personaje que forma parte de una idea que tengo pensado desarrollar en un futuro y es cierto que dicho personaje está ya bastante definido en profundidad y forma. Pero sí, en principio la idea tiene más recorrido".

Redactora: Covadonga Bernaldo de Quirós Márquez

A continuación, os dejamos el relato ganador de Daniel.

EN BUSCA DE LA ETERNIDAD


Víctor se estaba lavando las manos en el baño, pensando en su derrota, y en el futuro. El agua que resbalaba por el lavabo estaba bastante turbia, manchada con la sangre de la última persona que se le había resistido. No le gustaba hacer daño a la gente, pero por las buenas no se conseguía nada.

Sus víctimas solían ser hombres adinerados que empleaban sus riquezas en antigüedades, cuando se trataba de esta gente no solía tener problemas, la voluntad de las personas suele ser inversamente proporcional a su fortuna. Los objetos que Víctor buscaba eran reliquias egipcias, reliquias que bien utilizadas le acercarían a la inmortalidad. Cuando se enfrentaba a alguien como él, sí tenía más problemas, tenía que realizar un gran esfuerzo para averiguar la procedencia la reliquia en cuestión, y el paradero de alguna más que la persona pudiera tener escondida.

Al principio, cuando fantaseaba con la idea de vivir eternamente, solo hojeaba libros y se imaginaba descubriendo alguna tumba con los componentes del ritual; tras convivir con su madre enferma durante más de un año, sin que fuera capaz de dar más de diez pasos seguidos, decidió que no acabaría así. Entonces, comenzó a investigar más a fondo, los robos formaron parte de su rutina, y dos años después cometió su primer asesinato. Tuvo grandes remordimientos, pero mayor era su obsesión. Empezó a pensar en la muerte, la muerte era un tema tabú en la sociedad, pero era de las cosas que se podía hacer con más facilidad, sentarse junto a un hombre en un banco y clavarle un cuchillo en el cuello, pasear por un puente y tirar a alguien, dar un pequeño volantazo y atropellar a un peatón. Sin embargo la gente se sorprendía ante las noticias fatales, era como sorprenderse por la caída de una hoja, lo raro era la vida, no la muerte, por ello debía asegurar su permanencia en este mundo, y si tenía que matar a alguien por ello, solo estaría adelantando unos años lo inevitable, solo él sería capaz de evitarlo.

Sus primeras muertes fueron bastantes desagradables, como ya había pensado matar era bastante fácil, pero matar bien era muy complicado. Su fin no era la muerte, sino la información, sus objetivos los solía alcanzar con unos pocos golpes contundentes, cuando estaba ante alguien con especial fortaleza, era cuando llamaba a la puerta de la muerte, pero nunca de la víctima, sino de algún ser querido. Había acabado con muchas vidas, ya no sentía asco como al principio, solo una gran molestia cuando tenía que limpiar la sangre, razón por la cual solo hacía el daño suficiente para que la persona hablara, cosa que a veces era muy difícil, ya que luchaba contra los sueños de los demás para imponer el suyo.

Llevaba ya mucho años investigando, poseía ya casi todo lo necesario para convertirse en un dios, pero a pesar de estar tan cerca continuaba siendo una persona normal, era lo más frustrante de todo. Muy pronto podría alzarse sobre el resto de sus semejantes, pero mientras tanto tenía que seguir agachando la cabeza ante muchos de ellos, algunos de los cuales le eran bastante repulsivos, se disponía a dar otro paso en su camino a la decadencia. Javier era su vecino, y durante años el odio que sentía había estando creciendo. Por primera vez decidió matar a alguien por puro placer. Una voz invadió su cabeza.

-Sr. Rosado, tome, es la hora de su medicación.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por el merecido premio!! esperamos impacientes los acontecimientos que seguiran a este relato!
    Olé y olé!
    wiku

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  2. Gracias, cuando la idea original se pueda acariciar con las manos os lo haré saber.

    Ñigu

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